es de cuna y es sencillo
porque no es para un bebé,
es sólo para un potrillo.
Es que los potrillos
como los chiquillos
tienen el derecho
a que les expresemos
nuestros sentimientos.
Duérmete potrillo que
yo paso la noche en vela
y mañana te traeré
dieciséis kilos de avena.
Es que los potrillos
como los chiquillos
tienen el derecho
a ser alimentados
lo mejor posible.
Te doy lecho de aserrín,
pasto dulce sin abrojo
pa� que te crezca la crin
hasta taparte los ojos.
Es que los potrillos
como los chiquillos
tienen el derecho
a que no se les muestre
lo desagradable.
Cuando hayas crecido más
te pondré unas anteojeras,
con ellas evitarás
meterte en la vida ajena.
Es que los potrillos
como los chiquillos
tienen el derecho
a que se les eduque
adecuadamente.
Un buen freno y un bozal
completarán tu etiqueta,
cuando seas más bagual:
¡a tirar de mi carreta!
Es que los potrillos
como los chiquillos
tienen el derecho
a que se les ofrezca
un cierto futuro.
Duérmete potrillo que
la noche es fría y oscura,
duérmete mi potro que
ya mandé a hacer herraduras.
Es que los potrillos
como los chiquillos
tienen el derecho
a tener quien los cuide,
quien se ocupe de ellos.
