Nené traviesa
(José Martí)


¡ Qui�n sabe si hay una ni�a que se parezca a Nen�! Un viejito que sabe mucho dice que todas las ni�as son como Nen�.
A Nen� le gusta m�s jugar a "mam�", o "a tiendas", o "a hacer dulces" con sus mu�ecas, que dar una lecci�n de "treses y de cuatros" con la maestra que le viene a ense�ar. Porque Nen� no tiene mam�: su mam� se ha muerto: y por eso tiene Nen� maestra. A hacer dulces es a lo que le gusta m�s a Nen� jugar: �y por qu� ser�?: �Qui�n sabe!�Ser� porque para jugar dulces le dan az�car de veras: por cierto que los dulces nunca le salen bien de la primera vez: �son unos dulces m�s dif�ciles!: siempre tiene que pedir az�car dos veces. Y se conoce que Nen� no quiere dar trabajo a sus amigas; porque cuando juega a paseo, o a comprar, o a visitar, siempre llama a sus amiguitas; pero cuando va a hacer dulces, nunca. Y una vez le sucedi� a Nen� una cosa muy rara: le pidi� a su pap� dos centavos para comprar un l�piz nuevo, y se le olvid� en el camino, se le olvid� como si no hubiera pensado nunca en comprar el l�piz: lo que compr� fue un merengue de fresa. Eso se supo, por supuesto; y desde entonces sus amiguitas no le dicen Nen�, sino "Merengue de Fresa".

El padre de Nen� la quer�a mucho. Dicen que no trabajaba bien cuando no hab�a visto por la ma�ana a "la hijita". �l no le dec�a "Nen�", sino "la hijita". Cuando su pap� ven�a del trabajo, siempre sal�a ella a recibirlo con los brazos abiertos, como un pajarito que abre las alas para volar; y su pap� la alzaba del suelo, como quien coge de un rosal una rosa. Ella lo miraba con mucho cari�o, como si le preguntase cosas: y �l la miraba con los ojos tristes, como si quisiese echarse a llorar. Pero en seguida se pon�a contento, se montaba a Nen� en el hombro, y entraban juntoa en la casa, cantando el himno nacional.
Siempre tra�a el pap� de Nen� alg�n libro nuevo, y se lo dejaba ver cuando ten�a figuras; y a ella le gustaban mucho unos libros que �l tra�a, donde estaban pintadas las estrellas, que tiene cada una su nombre y su color: y all� dec�a el nombre de la estrella colorada, y el de la amarilla, y el de la azul, y que la luz tiene siete colores, y que las estrellas pasean por el cielo, lo mismo que las ni�as por un jard�n. Pero no: lo mismo no: porque las ni�as andan en los jardines de aqu� para all�, como una hoja de flor que va empujando el viento, mientras que las estrellas van siempre en el cielo por un mismo camino, y no por donde quieren: �qui�n sabe?: puede ser que haya por all� arriba quien cuide a las estrellas, como los pap�s cuidan ac� en la tierra a las ni�as.
S�lo que las estrellas no son ni�as, por supuesto, ni flores de luz, como parece de aqu� abajo, sino grandes como este mundo: y dicen que en las estrellas hay �rboles, y agua, y gente como ac�: y su pap� dice que en un libro hablan de que uno se va a vivir a una estrella cuando se muere.
"Y dime, pap�", le pregunt� Nen�:�"�por qu� ponen las casas de los muertos tan tristes? Si yo me muero, yo no quiero ver a nadie llorar, sino que me toquen la m�sica, porque me voy a ir a vivir en la estrella azul".
"�Pero, sola, t� sola, sin tu pobre pap�?"
Y Nen� le dijo a su pap�: "�Malo, que crees eso!"
Esa noche no se quiso ir a dormir temprano, sino que se durmi� en los brazos de su pap�. �Los pap�s se quedan muy tristes, cuando se muere en la casa la madre! �Las ni�itas deben querer mucho, mucho a los pap�s cuando se les muere la madre!

Esa noche que hablaron de las estrellas trajo el pap� de Nen� un libro muy grande:��oh, como pesaba el libro!:�Nen� lo quiso cargar, y se cay� con el libro encima: no se le ve�a m�s que la cabecita rubia de un lado, y los zapaticos negros de otro. Su padre vino corriendo, y la sac� de debajo del libro, y se ri� mucho de Nen�, que no ten�a seis a�os todav�a y quer�a cargar un libro de cien a�os. �Cien a�os ten�a el libro, y no le hab�an salido barbas!:�Nen� hab�a visto un viejito de cien a�os, pero el viejito ten�a una barba muy larga, que le daba por la cintura. Y lo que dice la muestra de escribir, que los libros buenos son como los viejos:�"Un libro bueno es lo mismo que un amigo viejo": eso dice la muestra de escribir. Nen� se acost� muy callada, pensando en el libro. �Qu� libro era aquel, que su pap� no quiso que ella lo tocase? Cuando se despert�, en eso no m�s pensaba Nen�. Ella quiere saber qu� libro es aquel. Ella quiere saber c�mo est� hecho por dentro un libro de cien a�os que no tiene barbas.

Su pap� est� lejos, lejos de la casa, trabajando para ella, para que la ni�a tenga casa linda y coma dulces finos los domingos, para comprarle a la ni�a vestiditos blancos y cintas azules, para guardar un poco de dinero, no vaya a ser que se muera el pap�, y se quede sin nada en el mundo "la hijita". Lejos de la casa est� el pobre pap�, trabajando para "la hijita". La criada est� all� adentro, preparando el ba�o. Nadie oye a Nen�: no la est� viendo nadie. Su pap� deja siempre abierto el cuarto de los libros. All� est� la sillita de Nen�, que se sienta de noche en la mesa de escribir, a ver trabajar a su pap�. Cinco pasitos, seis, siete... ya est� Nen� en la puerta: ya la empuj�; ya entr�. �Las cosas que suceden! Como si la estuviera esperando estaba abierto en su silla el libro viejo, abierto de medio a medio. Pasito a pasito se le acerc� Nen�, muy seria, y como cuando uno piensa mucho, que camina con las manos a la espalda. Por nada en el mundo hubiera tocado Nen� el libro: verlo no m�s, no m�s que verlo. Su pap� le dijo que no lo tocase.

El libro no tiene barbas: le salen muchas cintas y marcas por entre las hojas, pero esas no son barbas: �el que s� es barbudo es el gigante que est� pintado en el libro!: y es de colores la pintura, unos colores de esmalte que lucen, como el brazalete que le regal� su pap�. �Ahora no pintan los libros as�! El gigante est� sentado en el pico de un monte, con una cosa revuelta, como las nubes del cielo, encima de la cabeza: no tiene m�s que un ojo, encima de la nariz: est� vestido con un blus�n, como los pastores, un blus�n verde, lo mismo que el campo, con estrellas pintadas, de plata y de oro: y la barba es muy larga, muy larga, que llega al pie del monte: y por cada mech�n de la barba va subiendo un hombre, como sube la cuerda para ir al trapecio el hombre del circo. �Oh, eso no se puede ver de lejos! Nen� tiene que bajar el libro de la silla. �C�mo pesa este p�caro libro! Ahora s� que se puede ver bien todo. Ya est� el libro en el suelo.

Son cinco los hombres que suben: uno es un blanco, con casaca y con botas, y de barba tambi�n: �le gustan mucho a este pintor las barbas!: otro es como indio, s�, como indio, con una corona de plumas, y la flecha a la espalda: el otro es chino, lo mismo que el cocinero, pero va con un traje como de se�ora, todo lleno de flores: el otro se parece al chino, y llevaun sombrero de pico, as� como una pera: el otro es negro, un negro muy bonito, pero est� sin vestir: �eso no est� bien, sin vestir! �por eso no quer�a su pap� que ella tocase el libro!�No: esa hoja no se ve m�s, para que no se enoje su pap�. �Muy bonito que es este libro viejo! Y�Nen� est� ya casi acostada sobre el libro, y como si quisiera hablarle con los ojos.

�Por poco se rompe la hoja! Pero no, no se rompi�. Hasta la mitad no m�s se rompi�. El pap� de Nen� no ve bien. Eso no lo va a ver nadie. �Ahora s� que est� bueno el libro este!�Es mejor, mucho mejor que el arca de No�. Aqu� est�n pintados todos los animales del mundo. �Y con colores, como el gigante!�S�, �sta es, esta es la jirafa, comi�ndose la luna: este es el elefante, el elefante, con ese sill�n lleno de ni�itos. �Oh, los perros, c�mo corre, c�mo corre este perro! �ven ac�, perro! �te voy a pegar, perro, porque no quieres venir! Y Nen�, por supuesto, arranca la hoja. �Y qu� ve mi se�ora Nen�? Un mundo de monos es la otra pintura. Las dos hojas del libro est�n llenas de monos: un mono colorado juega con un monito verde: un monazo de barba le muerde la cola a un mono tremendo, que anda como un hombre, con un palo en la mano: un mono negro est� jugando en la yerba con otro amarillo:��aquellos, aquellos de los �rboles son los monos ni�os! �qu� graciosos! �c�mo juegan! �se mecen por la cola, como el columpio! �qu� bien, qu� bien saltan! �uno, dos, tres, cinco, ocho, dieciseis, cuarenta y nueve monos agarrados por la cola! �se van a tirar al r�o! �se van a tirar al r�o! �visst! �all� van todos!�Y�Nen�, entusiasmada, arranca al libro las dos hojas. �Qui�n llama a Nen�, qui�n la llama?�Su pap�, su pap�, que est� mir�ndola desde la puerta.

Nen� no ve. Nen� no oye. Le parece que su pap� crece, que crece mucho, que llega hasta el techo, que es m�s grande que el gigante del monte, que su pap� es un monte que se le viene encima. Est� callada, callada, con la cabeza baja, con los ojos cerrados, con las hojas rotas en las manos ca�das. Y su pap� le est� hablando: "�Nen�, no te dije que no tocaras ese libro? �Nen�, t� no sabes que ese libro no es m�o, y que vale mucho dinero, mucho? �Nen�, t� no sabes que para pagar ese libro voy a tener que trabajar un a�o?" Nen�, blanca como el papel, se alz� del suelo, con la cabecita ca�da, y se abraz� a las rodillas de su pap�:
"�Mi pap�", dijo�Nen�, "mi pap� de mi coraz�n! �Enoj� a mi pap� bueno! �Soy mala ni�a! �Ya no voy a poder ir cuando me muera a la estrella azul!"


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