25 de abril de 2000
Señor Presidente, cómo explicarle en estas líneas, la terrible vergüenza que siento como argentina;
me pregunto cómo se sentirá Usted, si es que todavía le permiten sentir algo.
Hoy nuestro país ha cometido el acto más servil y vergonzoso que yo pudiera imaginar, condenar a la República de Cuba por violación de derechos humanos ante la comisión de Naciones Unidas reunida en Ginebra.
Condenar a un país hermano por el sólo hecho de rebelarse al imperio, porque de eso se trata, no nos engañemos, que a Cuba de lo que se la acusa no es de violar los derechos humanos, sino de todo lo contrario, de lo que solapadamente se la acusa es de mantener la vida y honrar al ser humano en todas sus facetas.
¿Con qué conciencia moral podemos acusar a un país que tiene la mortalidad infantil más baja de Latinoamérica y la esperanza de vida mas alta?...
¿Con qué autoridad moral podemos acusar a un país, libre de analfabetismo, donde todos sus habitantes tienen el mismo derecho y acceso a la educación tanto primaria como universitaria?...
¿Con qué autoridad moral podemos acusar a un país en donde todos sus habitantes tienen el mismo acceso a la cobertura de su salud?...
¿Con qué autoridad moral podemos acusar a un país donde se predica la solidaridad y como prueba de ello, entre tantas otras cosas, se crea una escuela latinoamericana de ciencias médicas. Allí se educarán más de 10 000 jóvenes de distintos países latinoamericanos y del Caribe, que volverán una vez graduados de médicos a trabajar a sus comunidades para salvar millones de vidas. Todos, jóvenes humildes a quienes se les negó en sus propios países la educación, y que trabajarán para quienes se les ha negado el derecho a una asistencia médica debido a su humildad y carencia económica.
Universidad en la que hasta hoy cursan gratuitamente 160 jóvenes argentinos de los lugares más pobres de nuestro país.
¿Con qué autoridad moral podemos acusar a un país que ha curado y lo sigue haciendo a miles de niños, jóvenes y adultos, dañados física y emocionalmente, por el desastre nuclear de Chernobil?
Mientras otros miramos hacia otro lado, miles de niños cubanos donaron una instalación destinada para su recreación, para que otros miles de niños, jóvenes y adultos afectados por el desastre nuclear, pudieran recuperarse allí; niños, jóvenes y adultos que siguen llegando año a año sin pagar un centavo por su atención, alimentación, medicamentos, y curación....
¿Con qué autoridad moral podemos acusar a un país, que cuenta con miles y miles de maestros y médicos, que apoyados por su gobierno han estado y están trabajando en rincones inhóspitos del tercer mundo, lugares adonde muchos de nosotros no estamos dispuestos a marchar, aun sabiendo que nuestros hermanos se están muriendo a causa de nuestra desatención y egoísmo?
¿Cumplimos nosotros en proteger estos derechos humanos?...
Señor Presidente, todo esto lo hace Cuba en medio de permanentes agresiones por parte del Gobierno de Estados Unidos, quien la acusa de violación a los derechos humanos.
Porque vamos a ser claros, lo de la República Checa, no se lo cree nadie, quien realmente acusa a Cuba ante las Naciones Unidas, que dicho sea de paso de unidas tiene bien poco, es y han sido los Estados Unidos, quienes paradójicamente han sido condenados en la República de Cuba, por medio de un juicio oral y público, por sabotaje y destrucción de objetivos civiles dentro del país, ataques piratas contra instalaciones costeras y contra naves mercantes y embarcaciones pesqueras, atentados contra instalaciones y personal cubano en el exterior, incluidas sedes diplomáticas, oficinas de aviación y naves aéreas; por la introducción del dengue hemorrágico; la invasión a Playa Girón; el atentado terrorista a un avión de Cubana en Barbados; por agresiones desde la base naval de Guantánamo; por la explosión del buque La Coubre, etc, etc, etc.
El Gobierno de Estados Unidos, quien no se presentó al juicio, ha sido condenado por actos directos o por amparar en su territorio a los terroristas que actuaron en dichos atentados, que le han costado la vida a 3 400 personas y otras 2 000 han quedado incapacitadas.
Señor Presidente, esto no lo digo yo, puede Usted pedir dicha documentación a la sede diplomática cubana sita en Argentina.
Señor Presidente, mucho se habla de los balseros, de los naufragios y de la enorme cantidad de vidas humanas perdidas, por el supuesto afán de escapar de Cuba, y digo supuesto porque yo no me he enterado que salgan balsas rumbo a Haití o a México. Pocos hablan de la ley norteamericana llamada Ley de Ajuste Cubano, que ofrece a los cubanos que emigren ilegalmente desde Cuba e ingresen de igual manera a territorio estadounidense, trabajo, ciudadanía, etc.
Esta ley incita al tráfico ilegal de personas con la que unos pocos se enriquecen a costa de miles de personas que viajan en situación más que riesgosa, enfrentando terribles temporales y contingencias, en que muchas de ellas pierden la vida en busca de un publicitado bienestar económico, que bien pudieran lograr en su propio país si no fuera por que los Estados Unidos mantienen un brutal y genocida bloqueo económico a la isla por más de 40 años.
Prueba de estas terribles salidas ilegales está hoy el niño Elián González, quien permanece retenido ilegalmente en Estados Unidos, desde el mes de noviembre, siendo con ello violadas leyes internacionales y de derechos humanos. Lamentablemente no se escuchó la firme voz de Argentina para que ese niño regrese a su hogar y su país; ¿será que Elián no tiene derechos, por ser hijo de un comunista, humilde y encima cubano?
¿Tendremos, el día de mañana, los seres humanos de izquierda que litigar la tenencia de nuestros hijos en las cortes estadounidenses?
A continuación le transcribo un párrafo de un documento secreto enviado por la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) a la secretaría de Estado de Washington, con copia para la CIA y para el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) de ese país.
Cuba en 1994, ante la presencia de periodistas nacionales y extranjeros presentó este documento que luego fue publicado en el diario Juventud Rebelde y escogido por el investigador venezolano Carlos Méndez Tovar en su libro Democracia en Cuba. Pag.146.
"Situación actual del programa de refugiados cubanos
1- Examen general
En el procesamiento de solicitudes de visas de refugiados se siguen presentando casos poco sólidos. La mayoría de las personas presentan las solicitudes, más que por causas de un verdadero temor de persecución, por el deterioro de la situación económica. A los funcionarios de la SINA y del INS les resultan particularmente difíciles los casos presentados por los activistas de derechos humanos. A pesar de que hemos hecho todo lo posible por trabajar con las organizaciones de derechos humanos sobre las que ejercemos un mayor control en la identificación de los activistas verdaderamente perseguidos por el Gobierno, los casos de derechos humanos representan la categoría menos sólida del programa de refugiados.
En los últimos meses han persistido las acusaciones de solicitudes fraudulentas por parte de activistas y venta de avales testimoniales por parte de líderes de derechos humanos. Debido a la falta de pruebas documentales verificables, como norma, los funcionarios de la SINA y los miembros del INS han considerado los casos de derechos humanos como los más susceptibles a fraude."
Señor Presidente, ¿es humano un bloqueo como el que el Gobierno de Estados Unidos le aplica a Cuba, hace ya más de 40 años, con el fin de que el pueblo pase tantas penurias económicas, que provoquen una baja en la calidad de vida para que se subleve internamente, ya que con ningún otro medio han logrado quebrar la Revolución?
¿Sabía Usted que el bloqueo castiga la venta de medicamentos a Cuba?
Le transcribo un párrafo de un artículo del diario Juventud Rebelde:
..."Quizás el ejemplo más ilustrativo para afirmar que el bloqueo no tiene clemencia con ninguno de los que habitan esta isla es el hecho de que entre las condiciones que las autoridades del país norteño ponen a sus empresas para que puedan vender medicamentos a Cuba, está el informar sobre quiénes serán los destinatarios �porque no pueden ser, por ejemplo, miembros de nuestras fuerzas armadas, o militantes comunistas, o, en fin, simpatizantes de la Revolución.
En su obsesión, el enemigo ha llegado a olvidar que ante los ojos de un médico o de una persona que se respete, el ser humano que necesita una insulina, o un marcapaso, o una simple aspirina es, ante todo, un semejante...."
No obstante esto, Cuba cuenta con una medicina envidiable para cualquier país latinoamericano; esto sólo es consecuencia de una política de Estado en favor del pueblo. Si todos los avances logrados por este pequeño país, los hicieron en medio de una guerra, porque Cuba está viviendo una guerra, en la que permanentemente tiene que defenderse, ¿cuánto hubieran podido lograr si los dejaran vivir en paz?
Seguramente esto asusta de sobremanera a Estados Unidos, porque Cuba es un ejemplo, al que hay que eliminar, y no por ser comunista sino por demostrarnos cada día lo que se puede lograr si se aplica una política de Estado independentista.
Señor Presidente, en Cuba no se secuestran niños estadounidenses, por ser hijos de capitalistas.
Señor Presidente, en las cárceles cubanas los presos no se comen entre ellos, producto de un sistema carcelario que mucho dista de reeducar a los reclusos, como ocurrió en nuestro país hace no mucho tiempo.
Señor Presidente, en Cuba no se conocen casos de tortura y de desaparición de personas desde el triunfo de la Revolución, como ocurrió en nuestro país.
Señor Presidente, en Cuba durante los actos electorales, que los hay, aunque de esto no se hable, las urnas las custodian los niños no la gendarmería ni el ejército armado como ocurre en nuestro país.
Sería bueno que Usted supiera también que hace poco tiempo hubo una manifestación con más de 100.000 personas frente a la sede de la oficina diplomática de Estados Unidos en La Habana, en reclamo de la repatriación de Elián González y que cientos de niños tomados de la mano fueron la cadena humana de protección hacia dicha sede.
Ni una sola piedra, ni una sola agresión, eso es lo que se llama un pueblo culto y maduro, un pueblo que osa desafiar al país más poderoso del mundo, con las únicas armas que poseen, el amor, la dignidad y la solidaridad.
¿Acaso alguno de nosotros hemos logrado esto?
¿Cuántos niños y adultos mueren diariamente en nuestro país por enfermedades previsibles y curables???
¿Cuántos de nuestros habitantes no acceden a la educación, a la salud, al deporte y a la recreación?...
¿Cuántos de nuestros habitantes nacen ya condenados a la exclusión social?
¿Cuántos de nuestros niños son explotados?...
¿Cuántos de nuestros niños duermen en las calles?...
¿Cuántos de nosotros practicamos la solidaridad?
¿Cuántos de nosotros nos acordamos de Simón Bolívar, de José de San Martín, de José Martí?
Señor Presidente, hoy ante el asombro por el voto condenatorio de Argentina, escuché que Usted decía que este no era un voto en contra de Cuba, sino en favor de los derechos humanos.
Entonces me pregunté: ¿DONDE ESTABA USTED CUANDO SU PARTIDO VOTO LA LEY DE PUNTO FINAL Y LA LEY DE OBEDIENCIA DEBIDA, QUE DEJO IMPUNES A LOS ASESINOS Y TORTURADORES DE 30 000 ARGENTINOS?????
¿DONDE ESTUVO SU VOTO Y EL DE SU PARTIDO EN FAVOR DE LOS DERECHOS HUMANOS???
Señor Presidente, ¿no cree Usted que antes de acusar a Cuba, debería mirar un poco más lo que pasa en su propio país?
Señor Presidente, todavía hay argentinos que no perdimos la memoria a pesar de los esfuerzos que han hecho para que padezcamos de amnesia colectiva.
Señor Presidente, hoy hemos violado el más sagrado de los derechos, el derecho que tiene un pueblo a decidir sobre su destino.
Porque la Revolución cubana no se sostiene sólo por los dirigentes, sino porque hay un pueblo que así lo quiere.
Sólo me resta ante esta terrible vergüenza, seguir trabajando desde mi humilde lugar de artista plástica argentina, comprometida con el tiempo en que me tocó vivir, para que algún día como dice el poeta cubano, Silvio Rodríguez, CUANDO ESCRIBAN LA VIDA LOS BUENOS, AL FINAL VENCEDORES, SE SABRA QUE NO USAMOS VENENO COMO AROMA DE FLORES.
CLAUDIA CAMBA
TRABAJADORA DE LA CULTURA
PD: SI ALGUNO QUIERE GUARDAR MI NOMBRE EN ALGUNA LISTA NEGRA, QUE QUIEN SABE ALGUN DIA VUELVAN A USAR, HAGANLO TRANQUILOS, YA QUE TODAVIA A PESAR DE LOS GOLPES QUE NOS HAN DADO, HAY MUCHOS ARGENTINOS QUE SEGUIMOS MANTENIENDO LA DIGNIDAD.
NOTA: NO SOLO SE PERMITE PUBLICAR O MULTIPLICAR ESTA CARTA, SINO TAMBIEN SE AGRADECERA SI LO HACE.
Extraído de Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba.